Al tratar el tema del I’tikaf nos proponemos lograr llegar a las mentes de los lectores para que tengan en cuenta los siguientes puntos:
1. Superar el estado de “aturdimiento” por el que están pasando muchas de las personas virtuosas, ya que han descuidado varios aspectos relacionados con la misma adoración y a intimar con Al-lah para buscar Su cercanía. Este lamentable hecho ha desembocado en la falta de guías que con su ejemplo sirvan de modelo de excelencia en el comportamiento y la práctica de la religión, como lo fueron los Salaf (predecesores justos, virtuosos y piadosos).
Ibn Al Yauzi, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Me refugio en Al-lah de lo que le está pasando a la gente que nos rodea. No encontramos uno solo que sirva de ejemplo para el que se inicia en el Islam y la práctica de la religión, y tampoco hay quién dé ejemplo para quien desea desprenderse de los goces mundanales”. Imagínense nada más, Ibn Al Yauzi, que Al-lah lo Tenga en Su misericordia, está hablando de la gente de su tiempo, que por su puesto tenía mayor preocupación por el conocimiento del Islam y el cumplimiento de sus enseñanzas, ¿qué podemos decir de las personas de nuestra era?
2. La Sunnah señala claramente la importancia que tiene intimar con Al-lah, para que de esta forma se encuentre el sosiego suficiente que ayude a ser paciente y soportar todos los inconvenientes que se encuentren en el camino en la divulgación del Islam. Para que una persona logre llegar a los demás e influir en ellos, primero debe haber logrado llegar a un nivel muy alto de la fe, al cual sólo se llega entregándose a Al-lah y haciendo actos que le ayuden a acercarse a Al-lah.
3. El I’tikaf es una oportunidad única donde se pone a prueba qué tan alto es el grado de sinceridad que se tiene en la adoración a Al-lah en todas las acciones que se realizan mientras se está cumpliendo con esta Sunnah. La sinceridad es el primero de todos los aspectos que se deben tener en cuenta, pues de ella depende la aceptación o rechazo de todo lo que se haga; además, es una característica imprescindible en todo educador y Da’iah. Por eso, hay que tener cuidado que lo que se esté haciendo sea dedicado específicamente a Al-lah y a alcanzar Su anuencia y agrado, así se esté recibiendo algún tipo de beneficio económico por lo que se hace. Se cuenta de una persona piadosa que en una ocasión se retrasó y no alcanzó a llegar a la oración para estar en la primera fila, así que le tocó hacerla en la segunda, hecho que le causó vergüenza, pues no quería que la gente pensara mal de él. Este suceso le demostró que tal vez el gusto que sentía por hacer la oración siempre adelante no era más que por el agrado que esto causaba a la gente. De esta manera, entendemos que todo tipo de adoración, en este caso el I’tikaf, es una oportunidad muy especial que se tiene para revisar la intención que se tiene a la hora de cumplir con nuestras obligaciones diarias hacia Al-lah y hacia la gente.
Nos asalta en este momento una pregunta: ¿Cuál es la forma en que debemos hacer el I’tikaf para que nos sirva para purificar nuestras almas y corazones de la hipocresía y falta de sinceridad?
El I’tikaf educa a la persona para que siga las enseñanzas de los Salaf (Parte 1)
El I’tikaf educa a la persona para que siga las enseñanzas de los Salaf (Parte 3)
El I’tikaf educa a la persona para que siga las enseñanzas de los Salaf (Parte 4)