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Nuestros jóvenes y las vacaciones 1

Nuestros jóvenes y las vacaciones 1

En una época en la que los seres humanos aspiran y desean demasiado, en la que sus vidas se sacuden en medio de las olas del agitado mar de la cotidianeidad, en el que se entremezclan las conductas y caracteres de los demás. En esta lucha constante, el ser, por naturaleza, busca la tranquilidad y la calma, escapar de la rutina y cansancio que el trabajo y las funciones diarias generan, razón por la cual las personas siempre están procurando lugares de descanso donde puedan encontrar esa paz y tranquilidad que necesitan. Cada año, al acercarse las vacaciones, inician los preparativos para dirigirse al lugar escogido. Algunos, injustos consigo mismos, buscan lugares donde puedan darle rienda suelta a sus más bajas pasiones, no les importa si lo que van a hacer complace o desagrada a Al-lah; por otra parte, tenemos a quienes, además de descansar y salirse de la rutina diaria, se preocupan por encontrar sitios en los que la desobediencia a Al-lah no los amenace, y en los que puedan compartir con los suyos.

Es más que normal que el musulmán desee descansar y le guste el esparcimiento y la diversión. Para que su búsqueda de las maneras y formas de recreación no le vayan a desviar y conducir a la perdición, este debe tener arraigado en su corazón el sentido de las palabras del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, quien nos dijo: “Temed a Al-lah donde quiera que os encontréis; si cometéis un pecado, haced una obra buena para que lo borréis, y comportaos con la gente de la mejor forma”. [At-Tirmidhi]
Las bendiciones y dádivas que Al-lah nos Ha Concedido son innumerables e incontables, y la grandeza de las mismas es evidente, acéptelo quien lo acepte o rechácelo quien lo rechace. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Él os Ha Dado todo cuanto Le pedisteis. Sabed que si intentarais contar las gracias de Al-lah no podríais enumerarlas; ciertamente el hombre es injusto, desagradecido.} [Corán 14:34] La vida, la edad que alcanzamos y el tiempo son algunas de estas gracias y bendiciones; sin embargo, muchos son los que no las aprecian y desestiman su importancia, a pesar de que para el Islam son muy valiosas y primordiales, en el Corán encontramos al respecto (lo que se interpreta en español): {Hemos Hecho del día y de la noche dos signos: el signo de la noche es la oscuridad [para que os apacigüéis y descanséis] y el del día la luminosidad para que busquéis el favor de vuestro Señor [el sustento], e Hicimos que con estos dos signos pudierais saber el número de años y meses.} [Corán 17:12] Además, encontramos que en varias Aleyas del Corán Al-lah, Altísimo sea, Jura por épocas, tiempos o partes del día, esto no es más que para señalar la importancia que tiene el tiempo y para que nuestras mentes y corazones así lo asimilen.
El señalamiento Hecho por Al-lah sobre la importancia que tiene el tiempo, es una clara señal de que desperdiciarlo o utilizarlo en cosas que no benefician es una gran pérdida, pues no solamente está comprometiéndose esta vida, la Otra también puede perderse; y de esta forma ni siquiera las esperanzas lograrán alcanzarse. A quien no aprecia lo que le ha sido dado y, por el contrario, lo desperdicia, le llegará un día en que se arrepentirá de su descuido y desee regresar al pasado para recuperar lo que malgastó durante su vida, haya sido larga o corta. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Cuando la muerte les sorprenda [a los incrédulos y vean el castigo] dirán: ¡Oh, Señor mío! Hazme regresar a la vida otra vez, para [creer en Ti y] realizar las obras buenas que no hice. Pero no se les dará otra oportunidad, pues son solo palabras [que no cumplirán]. Y permanecerán en ese estado [la muerte] hasta que sean resucitados.} [Corán 23:99-100], el sentido de todo lo que hemos mencionado con anterioridad lo refuerza lo que nos dijo el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam: “Hay dos gracias de Al-lah que mucha gente desperdicia: la salud y el tiempo libre”. [Bujari]
La obligación del musulmán frente al tiempo y su vida es cuidarla y no echarla por la borda, para que pueda hacerlo con efectividad, debe planear muy bien cómo invertir su tiempo, en especial el libre, colocando la prioridades en su vida y buscando siempre mejorar en todo aspecto. Para que su plan tenga éxito debe controlar las insinuaciones de su ego, y recordar lo que sabiamente las palabras el Imam Ash-Shafi’i, que Al-lah lo Perdone, quien dijo: “Si no te ocupas en algo bueno, te expones a hacer algo malo”. Quien toma del cuidado del tiempo un modelo de vida, y del trabajo y esfuerzo por alcanzar los nobles objetivos de la existencia la luz que ilumina su camino, logra lo que se propone, con el favor de Al-lah; esta actitud lo llevará a alcanzar los jardines del bien y la bondad en esta y la Otra Vida. Dentro de la sabiduría “popular” de los Salaf (los antecesores virtuosos), se destaca la siguiente enseñanza: “Quien pasa su día sin que en él haya cumplido con sus obligaciones, haber hecho un bien o haber aprendido algo, ciertamente ha perdido ese día y ha sido injusto consigo mismo”.
La anterior ha sido solo una pequeña exposición de la importancia que tiene el tiempo para el individuo, la familia, la sociedad y la Ummah (nación islámica), y que su aprovechamiento está fuertemente unido al progreso de una nación; por eso, las naciones que han logrado avanzar y desarrollarse aprecian hasta los segundos y no descuidan ni desperdician el tiempo.

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