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10 consejos para mantener tu Salat (Parte 2)

10 consejos para mantener tu Salat (Parte 2)

6. Entrénate para ser entusiasta con tu Salat

Ten por seguro que tu entusiasmo en cualquier asunto está basado en la rapidez o lentitud al realizarlo. Así, si acudes al Salat temprano y apresuradamente, verás que te sentirás animado para realizarlo. Sin embargo, si lo haces aletargadamente, lo encontraras abrumador y esperarás librarte pronto de él. Si quieres ver un buen ejemplo, entonces observa a quien acude temprano al Salat, verás que es el último en irse; pero ocurre lo opuesto con el que llega tarde. De igual forma, encontrarás que lo mismo ocurre contigo. Observa la forma en que realizas el Salat al que acudes temprano, tu disposición después del mismo y la forma en que haces tus súplicas. Por otro lado, cuando llegas tarde al Salat lo haces apresuradamente, y difícilmente realizas las súplicas o el Salat voluntario posteriores. Este fenómeno no se limita únicamente al Salat, sino que incumbe a todos los asuntos y ejemplos.
7. Ámalo y te bebeficiará
Siembra las semillas del Salat en tu corazón y cosecha sus frutos por la voluntad de Al-lah. ¿Cómo no podría ser así cuando este es un lazo entre el siervo y su Señor? Esta es una de las puertas del Paraíso y un vasto río que pasa por nuestras puertas para limpiarnos de todas las malas obras. Es una expiación de los pecados entre uno y otro Salat. Sus beneficios son tan numerosos que nos llevaría muchos volúmenes mencionarlos a todos.
8. Cuando estés vacilante, recuerda la Otra Vida
Esto es porque cuando hay vacilación es cuando Satanás trata de afectarte. Por tanto, si eres firme encontrarás a Satanás humillado y deshonrado. Así como cuando se vacila a la hora de sacar dinero para la caridad. Si recuerdas la Otra Vida, Satanás no podrá distraerte o disuadirte. Del mismo modo, si estás a punto de entrar a tu casa cuando de pronto escuchas el llamado para la oración, y vacilas entre entrar a la casa o responder al llamado, entonces tómate un minuto para pensar. Si entras a tu casa, no sentirás nada, será la cosa más fácil de hacer. Sin embargo, si sacrificas una cantidad insignificante de tu tiempo y te diriges hacia la mezquita, entonces sentirás una sobrecogedora sensación de satisfacción, comprensión y entendimiento que demostrará la facilidad de lo que estás haciendo, y el error y pérdida de aquellos que no hacen lo mismo. Entonces, quien se arrepiente ante Al-lah es el que recuerda y medita, y quien lo olvida es el que no se arrepiente.
Ciertamente este es el factor decisivo. Uno puede ser puntual en realizar el Salat cuando tiene tiempo libre y energía, como en el Dhuhur los fines de semana. Sin embargo, ¿es así también cuando hay mucho trabajo y/o los requisitos aumentan o en tiempos de letargo? ¿Das a tu Salat una importancia secundaria en tales momentos?
9. Responder de inmediato a su llamado
Es importante saber que la orden del Salat nunca viene en el Corán sin la palabra Iqamah (Establecimiento). De mismo modo, esto se aplica a alguien realmente ha establecido una acción. Establecer una acción es llevarla a cabo en el nivel más elevado de rendimiento. Por lo tanto, no es sorprendente que quien no establece el Salat no guste realmente de éste ni tienda a volverse a él. Esto dará como resultado que su Salat sea deficiente.
Una de las mejores formas de establecer el Salat es tener la presencia del corazón, comprender los significados de las palabras que son recitadas y de las acciones que son realizadas. Ibn Al Qaiem dijo: “Si ves a una persona en el Salat perfeccionando sus reverencias y postraciones, entonces ha realizado el Salata correctamente en sus aspectos externos. Con respecto a los aspectos internos, Al-lah Sabe mejor sobre esto”. Ibn Al Qaiem dijo esto sobre quien realiza su Salat de forma correcta en lo exterior. Entonces, ¿qué podemos decir de aquel cuyo Salat es deficiente incluso en su aspecto externo? Cuando digas “Al hamdu lil-lah” en tu oración, asegúrate de hacer que tu corazón reflexione sobre su significado. Haz lo mismo cuando dices “Subhana Rabil-adhim”, “Subhana Rabil-A’la”, “Ash-hadu an-la ilaha ila Al-lah”, cuando te inclinas ante Al-lah y pones tu frente sobre el suelo en reverencia a Él. Si pierdes la concentración durante el Salat, entonces haz tu mejor esfuerzo por concentrarte, incluso si esto ocurre en el último minuto del cuarto Rak’at. Verdaderamente, las mejores súplicas son las realizadas con el corazón así como con la lengua.
10. La súplica es el camino más seguro para complacer a Al-lah
Además, sabemos que Al-lah no Decepciona a quien Lo busca. Sabiendo esto, ¿qué piensas de alguien que suplica y pide la ayuda de Al-lah y se esfuerza en realizar lo que Al-lah Ama y Le complace? Dice Al-lah en un hadiz qudsi: “Oh, siervos Míos, todos están perdidos excepto aquél a quien He guiado; por tanto, pídanme la guía y los Guiaré”.
Entonces, debemos pedir en nuestras súplicas por la Otra Vida. Recordemos que el amigo cercano de Al-lah, Ibrahim, la paz sea con él, dijo: “Señor mío, hazme y a mi progenie de aquellos que establecen el Salat”. Por Al-lah, ¿cuántas veces no hemos dicho esto? ¿O creemos que el asunto se establecerá aunque no le pidamos al Dios Único que nos Haga de aquellos que lo establecen? Nunca sería este el caso.
Si vamos a buscar a Al-lah, Glorificado y Alabado sea, y Él Sabe que somos honestos en nuestra búsqueda, nunca se Negará a nosotros. Entonces, busquémoslo y estemos seguros de Su respuesta.

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