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Cambios emocionales después del nacimiento de un bebé

Cambios emocionales después del nacimiento de un bebé

 Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Le hemos ordenado al hombre ser benevolente con sus padres. Su madre le lleva [en el vientre] soportando molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sed agradecidos conmigo y con vuestros padres; y sabed que ante Mí compareceréis.} [Corán 31:14] Al-lah nos informa sobre las dificultades que una madre experimenta durante el embarazo, el parto y después del nacimiento del bebé. Una de las razones por las que se le ha dado tal honor y estatus a la maternidad, es la dificultad que conlleva. Esta no es una responsabilidad fácil de cumplir.

Uno de los periodos de mayor desafío para una madre es el que sigue al nacimiento de un bebé, particularmente del primero hijo. El proceso del nacimiento en sí produce una mezcla de emociones excitantes: temor, alegría, fascinación… En las primeras semanas y meses pueden existir muchas sorpresas y confusión mientras la madre se adapta a los cambios que se producen en sí misma y a las nuevas responsabilidades de la maternidad. Si bien es cierto que mucho de esto ocurre naturalmente, es importante educarse y prepararse para enfrentarlo de manera efectiva. Existen estrategias y sugerencias que pueden ayudar a suavizar la transición hacia la maternidad, particularmente en relación con los cambios emocionales que a menudo ocurren.
Cambios emocionales generales
 
Una nueva madre puede experimentar diversos pensamientos y sentimientos luego del nacimiento de su bebé. Puede sentirse angustiada y sobrecargada con el cuidado del bebé. Puede dudar de su habilidad para ser una buena madre o puede tener expectativas irreales sobre ser la madre perfecta o tener al bebé perfecto. Puede tener sentimientos de pérdida, como pérdida de identidad (quien era antes de tener al bebé), pérdida de control y pérdida de libertad. La adaptación puede implicar cambios en el estilo de vida y las prioridades. Esto puede incluir tener menos tiempo libre y menos control sobre el tiempo al tener que estar en casa más a menudo y al tener menos tiempo para pasar con el esposo como pareja. Una mujer puede experimentar estrés adicional si existe la presión de una carrera o un trabajo además de las tareas propias de la maternidad.
 
Baby Blues o leve depresión postparto
 
 
Más del 80% de las madres primerizas experimentan una condición llamada “Baby Blues” o “leve depresión postparto”. Esto tiende a ocurrir en los primeros días después del nacimiento del bebé y puede durar desde unas cuantas horas hasta una o dos semanas. Las causas son principalmente los abruptos cambios hormonales que ocurren después del alumbramiento. Los síntomas incluyen cambios de humor (sentirse muy feliz y luego muy triste), llorar sin ninguna razón, impaciencia, irritabilidad, desasosiego, ansiedad, apatía, sentimientos de tristeza y soledad. Estos síntomas deben desaparecer a medida que los niveles de hormonas comienzan a estabilizarse y a regresar a la normalidad.
Depresión postparto
 
 
Entre el 10 y el 15% aproximadamente de las madres primerizas experimentan síntomas más serios de “Depresión Postparto”. Esto generalmente comienza un par de días o incluso meses después del alumbramiento y puede durar hasta un año. Por lo general, los síntomas son similares a los del “Baby Blues”, solo que tienden a ser más intensos y duraderos; estos incluyen: humor depresivo, llanto, sentimiento de desesperanza y desamparo, una pérdida significativa del gusto por todas o casi todas las actividades diarias, cambios en el apetito y el peso (usualmente un poco de ambos, a veces se da un incremento), problemas para dormir (a menudo insomnio), fatiga extrema o pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o culpabilidad injustificada, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, preocupación excesiva por el bebé, pérdida total de interés en el bebé, temor de dañarse o dañar al bebé, ideas de muerte o suicidio.
La depresión postparto impide a la mujer hacer las cosas que necesita hacer diariamente. Si la habilidad de funcionamiento es seriamente afectada, puede ser conveniente buscar ayuda profesional. Si la depresión postparto no es tratada, los síntomas pueden hacerse más severos y pueden durar hasta un año. En la mayoría de los casos, este problema puede ser tratado con el cuidado y la guía apropiada.
Psicosis postparto
 
En muy raros casos (1 ó 2 mujeres de cada 1.000) una madre experimenta una seria condición llamada “Psicosis postparto”. Su inicio es generalmente muy rápido y severo, usualmente dentro de las primeras 2 ó 3 semanas después del alumbramiento. Los síntomas incluyen delirios, alucinaciones (falsas percepciones), paranoia, pensamientos extraños, confusión y desorientación, ira y agitación, ideas de dañarse a sí misma o al bebé, energía frenética, inhabilidad para cesar una actividad y negarse a comer. Esta condición requiere de intervención profesional inmediata.
 
Enfrentado los cambios emocionales
 
Para que una mujer pueda hacer frente a los cambios emocionales, es importante que descanse, se nutra y se ejercite adecuadamente. Esto ayudará al cuerpo a recuperarse del parto y es importante para el bienestar físico y emocional. Un fuerte sistema de apoyo es también esencial para que la madre pueda evitar el sentimiento de soledad, tener la ayuda necesaria de otros y tener a alguien con quien hablar de sus sentimientos. Una madre debe darse un tiempo para sí misma, lejos del bebé, cuando sea posible. Puede visitar a una amiga, salir a caminar o pasar un tiempo a solas con su esposo. Esto es necesario para lograr el equilibrio en la vida.
 
Una mujer también debe tener expectativas realistas respecto a su nuevo rol como madre. No se espera que sea perfecta, y habrá tiempos en que las cosas no salgan como lo planeado. Tampoco será posible cumplir con todas las tareas, y la madre debe aceptar que algunas cosas deben dejarse sin hacer. Al final, la madre y el bebé se las arreglarán para sobrellevar bien esta nueva experiencia de vida.
Conclusión

La transición de la maternidad puede ser difícil y abrumadora. El experimentar emociones o pensamientos negativos no significa que una madre haya fallado. Una mujer puede recuperarse a medida que aprende nuevas formas las nuevas responsabilidades de la vida diaria. El proceso de definir una nueva identidad como madre puede enriquecer la vida de formas que ella nunca imaginó posibles. Puede ser extremadamente valioso recalcar la importancia que el Islam da a la maternidad y las recompensas que obtendrá la madre por sus sacrificios. Esta es una prueba de Al-lah mediante la cual la mujer desarrolla su abnegación, paciencia y gratitud.

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