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Sembrando la creencia en el corazón de nuestros hijos (parte 1 de 2)

Sembrando la creencia en el corazón de nuestros hijos (parte 1 de 2)

 La ‘Aquida (creencia) debe ser uno de los principales temas a enseñar. Los niños al crecer necesitan de esta base para que así la Ummah no se pierda y desaparezca, pero sobre todo, porque los ayuda a actuar de manera correcta ante la sedición, las pruebas y los desvíos en su futuro.

 

Sembrar la creencia en el corazón de los hijos es uno de los principales legados de los profetas y gente piadosa; Dios dijo: {Y esto fue lo que Abraham y Jacob legaron a sus hijos: “¡Oh, hijos míos! Dios les ha elegido esta religión, y no mueran sin haber entregado su voluntad [a Dios]”} [Corán 2:132]; y: {[Recuerda] cuando Luqmán exhortó a su hijo diciéndole: “¡Oh, hijito! No dediques actos de adoración a otro que Dios, pues la idolatría es una gran injusticia”} [Corán 31:13]. En cuanto a nuestro Profeta, tenemos la gran instrucción que le dio a Ibn ‘Abbas: “Niñito, te voy a dar unas enseñanzas: Cumple con Al-lah y Él te cumplirán, cumple con Al-lah y Lo encontrarás cuando Lo necesites. Si vas a rogar, suplícale a Él; y si pides ayuda, pídesela a Él. Ten presente que si todo el mundo se pusiera de acuerdo para beneficiarte en algo, ese beneficio no te llegará a menos que Al-lah lo haya designado para ti; y que si se pusieran de acuerdo para dañarte, su mal no te afectará a menos que Al-lah lo haya escrito para ti. Las hojas del destino ya fueron escritas por Al-lah” (At-Tirmidhi).

 

El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) prestó gran atención al tema de la enseñanza de la creencia correcta a los niños, incluso desde el nacimiento. Abu Rafi’ relató: “Vi al Mensajero de Al-lah hacer el Adhan (el llamado a la oración) al oído de Al Hasan Bin Ali en cuanto Fátima dio a luz” (Abu Dawud y At-Tirmidhi). Ibn Al Qaiem nos explicó la sabiduría detrás de este acto, dijo: “Hacer el Adhan al oído del recién nacido se debe a que la grandeza, unicidad absoluta de Al-lah y la Shahada, con la que una persona se hace musulmana al pronunciarla, será lo primero que sus oídos escuchen al estar llegando a este mundo, algo comparable con el Talquin (repetir la Shahada ante la persona agonizante) que se hace en el momento en el que la persona está dejando esta vida. Además, no se descarta que las palabras que escucha lleguen a su corazón y lo beneficien”.

 

Somos conscientes de que los niños no logran comprender en detalle todo lo que implica la ‘Aquida, solo la entienden de forma superficial, pero sí sabemos que son capaces de memorizar los conceptos que les serán útiles durante su desarrollo y crecimiento, razón por la cual padres, familiares y educadores deben aunar esfuerzos para sembrar en los pequeños la semilla de la ‘Aquida correcta en sus corazones y mentes; además, hay que valerse de todos los medios disponibles para generar en ellos el amor por Al-lah y Su Profeta, y que reconozcan la grandeza de Su Creador por medio de la reflexión y contemplación de lo que los rodea.

 

Debemos iniciar con conceptos que les sean sencillos y fáciles de comprender, por ejemplo, al hablarles de los Nombres de Al-lah, iniciamos con el Sustentador, Quien nos provee de todo lo que necesitamos: alimentos, bebidas y demás. Luego seguimos con el Clemente y el Misericordioso, Quien tiene misericordia y clemencia con nosotros, por lo que busca que nada nos dañe y cause dolor. Posteriormente, les enseñamos que Al-lah es el Omnisapiente, que está enterado de todo cuanto hacemos, aunque sea en secreto, y que nos premia o castiga según las obras que realicemos, que es el que todo lo escucha y todo lo ve, por lo que nada se Le pude ocultar.

 

Así, el niño comenzará a entrelazar la existencia y todo lo que lo rodea con la existencia de Al-lah y Su poder. Hay que aprovechar que son inocentes y el hecho de que sus mentes no han sido contaminadas con ideas y pensamientos ambiguos y confusos, para así explicarles y enseñarles la creencia en el Tawhid de la forma correcta.

 

Al llegar a la etapa en la que ya son capaces de entender que sus actos tienen consecuencias, después de los cuatro años aproximadamente, los padres deben buscar la forma de hacer que su comportamiento esté guiado por su consciencia de Al-lah y, sobre todo, centrarse en generarles el sentido de que Al-lah sabe y conoce lo que hacen y lo que piensan, pues Él ve todo y conoce lo oculto, así se logrará cristalizar el sentido real y verdadero de la creencia y los efectos positivos que tendrá en los hijos será evidente en su comportamiento y actuar.

 

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