Desafíos que enfrentan las mujeres musulmanas que trabajan (Parte 2)

09/03/2011| IslamWeb

Obligaciones y requerimientos del Salah (el rezo ritual)

 
 La práctica de Salah no es siempre un desafío para las mujeres que trabajan. Algunos trabajos tienen un espacio especialmente designado para que los musulmanes hagan sus rezos. Otros lugares simplemente son indiferentes al tema. En algunos casos cualquier pedido o tolerancia en ese sentido es rechazado directamente. En el Islam sabemos que el rezo es fundamental para la fe en Al-lah y que el Salah es el momento en que el musulmán se comunica con Al-lah. También sabemos que al realizar el Salah nuestros pecados son absueltos.
 
En los casos en que no se ha designado un lugar para realizar los rezos, las mujeres deben buscar formas creativas para cumplir con lo que Al-lah mandó. Aquí les cuento algunas prácticas que han tenido buen resultado conmigo. En mi trabajo no existe un área designada para los rezos. Una vez decidí rezar en un parque abierto cercano, pero luego me aconsejaron que rezar sola allí podría poner en riesgo mi integridad física. Luego empecé a posponer los rezos hasta llegar a mi casa pero con el tiempo se me fueron acumulando los rezos pospuestos (especialmente el Dhuhur y el ‘Asr) y si tenía que quedarme horas extra por cualquier motivo debía agregar el Magrib a los rezos por compensar en la noche en casa. Finalmente, decidí realizar el Salah en mi trabajo mientras estaba sentada en mi cubículo. Eso me ha funcionado hasta ahora. Al-lah no quiere que los creyentes carguen con pesos excesivos y dificultosos. Cuando se le preguntó al Profeta Muhammad, salla Al-lahu ‘alaihi wa sallam, cuál era la mejor de las obras, el respondió: “el Salah a su tiempo” [Muslim].
 
Experimenté otros desafíos también respecto al Salah. Por ejemplo, solía hacer mis abluciones (Al Wudú) para el Salah en el baño de mujeres y lo hacía cuando no había nadie más en el baño por temor a qué lleguen a pensar de mí los demás. Conforme aumentó mi fe y mi confianza empecé a hacer Al Wudú sin importarme si había o no gente en el baño. El Corán dice: {¡Oh, creyentes! Cuando os dispongáis a hacer la oración lavaos el rostro y los brazos hasta el codo, pasaos las manos por la cabeza y[lavaos] los pies hasta el tobillo. Si estáis en estado de impureza mayor, purificaos...} [Corán 5:6].
 
El Salah es uno de los pilares del Islam y se debe realizar de manera que todos sus requerimientos sean cumplidos. Esto es algo que se hace cada vez más conocido en el mundo de negocios y sé de varios jefes que hacen todo lo posible para facilitarle al trabajador musulmán los medios para cumplir con el Salah. Así pues; es mejor hacerle saber a tu empleador los requerimientos del Salah desde el principio y solicitarle tales facilidades.
 
Obligaciones y requerimientos de la dieta Halal
 
La mejor manera en que las mujeres musulmanas que trabajan pueden mantener la dieta Halal es trayéndose el almuerzo al trabajo. Si deseamos comer de lo que se sirve en la oficina debemos elegir sólo los alimentos permitidos (Halal). El Corán y los hadices nos indican que podemos comer de la comida de la Gente del Libro. {Hoy se os ha permitido todo lo beneficioso. El alimento [animales sacrificados] de quienes han recibido el Libro [la Torá y el Evangelio] es lícito para vosotros, y vuestro alimento es lícito para ellos.{ [Corán 5:5]. Sin embargo; en un patio de comidas o un servicio de comida rápida no podemos saber si la comida es exactamente de la Gente del Libro, por lo tanto sigue siendo lo más seguro para mantener una dieta Halal elegir sólo cosas permitidas o traerse la comida desde la casa.
 
Relaciones de trabajo con los no musulmanes
 
Algunas mujeres musulmanas trabajan en un ambiente islámico. Eso les permite florecer en su Din. Pero la mayoría de las mujeres musulmanas que trabajan están en ambientes donde son una minoría. Cuando la proporción de trabajadores está a favor de los no musulmanes, la mujer musulmana trabajadora debe decidir entre permanecer encerrada como una reclusa o relacionarse con sus compañeros de trabajo no musulmanes. Si decide relacionarse con los no musulmanes surgirán algunas conversaciones o conductas inapropiadas. En esos casos la mujer musulmana deberá excusarse y retirarse de la reunión: {Os ha sido revelado en el Libro que cuando escuchéis que se rechazan los preceptos de Al-lah o se burlan de ellos, no os quedéis reunidos con quienes lo hagan hasta que no cambien de conversación; porque si no seréis igual a ellos.} [Corán 4:140]
 
Modales islámicos en el trabajo
 
El acoso sexual y la discriminación basada en el género afectan a todas las mujeres occidentales. En Latinoamérica se suele ver a la mujer como un objeto sexual; esto afecta a todas las mujeres que trabajan. Las mujeres que usan el Hiyab se sienten más protegidas que sus colegas no musulmanas o musulmanas que no lo usan.
 
Si el jefe de una mujer musulmana que trabaja le exige que se siente a su lado en una reunión social ¿Debe ella hacerlo? ¿Qué debe hacer si uno de sus colegas expresa interés sexual en ella? La ley islámica prohíbe que hombres y mujeres ajenos se mezclen sin una necesidad. Cuando hombres y mujeres se mezclan la atracción sexual instintiva los lleva a situaciones de tentación. Los modales islámicos proveen una guía para casos en que mezclarse se hace necesario por alguna necesidad formal. El Corán dice que el ‘Awrah de la mujer (todo su cuerpo excepto cara y manos) debe estar cubierto [24:31]. El Corán también establece que cuando hombres y mujeres ajenos se encuentran deben bajar la mirada. Si hombres o mujeres deben interactuar con alguien ajeno del otro sexo se debe mantener una atmósfera de respeto y temor a Al-lah todo el tiempo [24:31]. El Corán dice (lo que en español se interpreta como): {Ayudaos unos a otros a obrar el bien y apartarse del mal, y no cooperéis en el pecado y la trasgresión. Y temed a Al-lah; por cierto que Al-lah es severo en el castigo.} [Corán 5:2]. La mujer musulmana que trabaja debe conocer todos los preceptos de la Shari’ah islámica relacionados con el contacto entre hombres y mujeres ajenos y debe ayudar a las demás mujeres a tener bien claros.
 
Una ética laboral
 
 Las mujeres musulmanas que trabajan deben encontrarse con gente de toda clase de oficios que tienen distinto carácter y normas de trabajo. A veces los directores o los colegas realizan prácticas ilícitas. Por ejemplo, a veces los directivos exageran al contar las horas que trabajan haciendo que se les pague por horas que no han trabajado. Para que los demás sean sus cómplices, les aconsejan hacer lo mismo. A pesar que puede parecer muy claro que uno no puede sumarse a esas prácticas, la persona es débil, en especial si tiene necesidades económicas, y el deseo de recibir su paga aumentada acosa a cualquiera. En vez de realizar tales prácticas la mujer musulmana debe compensar por las horas perdidas o debe reportar lo trabajado tal como es. El Corán enseña a los musulmanes a cumplir con sus contratos y compromisos: {¡Oh, creyentes! Cumplid con vuestras obligaciones.} [Corán 5:1] Está absolutamente prohibido que un musulmán mienta o sea deshonesto al realizar un trabajo grande o pequeño. 
 
Cuando decidan el grado de relación que tendrán con sus colegas, las mujeres musulmanas deben abstenerse de calumniar, robar o mentir; en fin, de realizar cualquier práctica que vaya en detrimento de su Din. Desdeñar la calumnia y los chismes como algo sin importancia es muy grave pues estas prácticas son pecados mayores. A pesar que el gusto por el chisme sea grande entre colegas de trabajo, la mujer musulmana trabajadora debe abstenerse de ello pues va en detrimento de su fe. Muchas mujeres musulmanas son negligentes en este aspecto y lo consideran sin importancia. Al-lah nos hace recuerdo que tengamos cuidado, aunque muchas mujeres lo consideren sin importancia, este es un tema grave ante Al-lah. El Corán nos dice (lo que se interpreta en español): {Propagasteis la calumnia de boca en boca, repitiendo aquello sobre lo cual realmente no teníais conocimiento, y creísteis que lo que hacíais era leve, pero para Al-lah es gravísimo.} [Corán 24:15]
 

Para aquellas mujeres musulmanas que deben trabajar, los desafíos del mundo laboral actual son inmensos. Pero para la mujer musulmana sincera que hace lo posible por conocer los mandamientos de su religión y por mantener su condición de musulmana ante todo, estos desafíos no son imposibles.

Desafíos que enfrentan las mujeres musulmanas que trabajan (Parte 1)

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