Misericordia y compasión del Profeta

06/10/2020| IslamWeb

La compasión y la Misericordia para con los demás son algunos de los atributos que Al-lah, el Altísimo, ama y aprueba en sus siervos. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Arrahmán (Al-lah, el más Misericordioso) es Misericordioso con aquellos que son misericordiosos con los demás. Muestren misericordia a los que habitan la tierra que quien está en el cielo será misericordioso con ustedes” (lo cita Abu Dawud, Tirmidhi, y Albani lo clasificó como Sahih, auténtico).
El principio básico es que los creyentes son piadosos unos con otros, como lo describe Al-lah, el Altísimo, cuando dijo: {Muhammad es el Mensajero de Dios. [Los creyentes] que están con él son…misericordiosos entre ellos} [Corán 48:29].
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, era la mayor expresión de esta cualidad moral. Esto era muy evidente en su trato con los demás, los mayores y los menores, los familiares cercanos y los conocidos lejanos.
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, mostró piedad y misericordia para con su hijo desde el momento en que nació hasta que murió. Anas Ibn Málik, que Al-lah esté complacido con él, relató que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Me nació un hijo esta noche y lo llamé Ibrahim, como mi padre (ancestro) el Profeta Ibrahim (Abraham)”. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, pidió a su hijo, lo abrazó y dijo lo que Al-lah dispuso que diga. Anas agregó que estaba presente cuando el niño murió frente al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, cuyos sus ojos derramaron lágrimas y dijo: “¡Ibrahim! Nuestros ojos lloran y nuestros corazones están llenos de pesar; pero no decimos nada sino lo que complazca a nuestro Señor. Ibrahim, estamos tristes por ti” (Muslim).
El Profeta de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, era compasivo y misericordioso con sus nietos, al punto que solía rezar mientras cargaba en brazos a Umama, la hija de su hija Zainab. Cuando se prosternaba la asentaba a su lado y cuando se reincorporaba la volvía a cargar (Bujari y Muslim).
Un día, una de las hijas del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, lo mandó llamar para que fuera a su casa, pues su hijo estaba muriendo. Cuando se le entregó el niño al Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, el niño estaba agonizando. El profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, lo asentó en su regazo y sus ojos estallaron en lágrimas. Sa’d le dijo: ¡Mensajero de Al-lah! ¿Qué es esto? ‘Le dijo: “Es la misericordia que Al-lah puso en el corazón de sus siervos, y Al-lah será misericordioso sólo con Sus siervos que sean misericordiosos (con los demás)” (Bujari y Muslim).
Otra manifestación de su misericordia está en el hecho de que solía aligerar los rezos cuando oía el llanto de un niño. Abu Qatáda, que Al-lah esté complacido con él, relató que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Cuando me levanto para la oración tengo la intención de prolongarla. Entonces, oigo el llanto de un niño y apresuro un poco la oración acortándola, pues me disgustaría causar incomodidad a su madre” (Bujari y Muslim).
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, mostraba compasión a todos los niños. Solía cargar a muchos niños pequeños y soportar pacientemente toda dificultad que ello le acarreaba enseñando así a su nación una gran lección respecto a este atributo tan importante.
Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, relató que se presentó ante el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, una mujer con su hijo pequeño que aún no había probado alimento sólido. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, sentó al niño en sus piernas y éste se orinó en sus ropas; así que pidió un poco de agua y la roció sobre el área alcanzada por la orina y la lavó (Bujari)
Los sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, conocieron también esta misericordia del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, de primera mano y testificaron sus manifestaciones en su trato con ellos. Málik Bin Huwairiz, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Fui ante el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, con algunos de mi tribu y nos quedamos allí veinte noches. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, fue muy atento y clemente con nosotros; cuando vio cuánto extrañábamos a nuestras familias, dijo: “Vuelvan y quédense con sus familias. Enséñenles la religión y hagan el rezo. Uno de ustedes debe pronunciar el Adhán para el rezo cuando llegue la hora y el mayor entre ustedes deberá dirigirlos (en el rezo)” (Bujari).
Estos son algunos de los nobles atributos y cualidades del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Sus seguidores solían imitarlo, siguiendo su guía y su senda adhiriéndose a sus valores morales. Y Al-lah, el Todopoderoso, es el único garante del éxito y el que guía en el seguimiento del sendero recto.

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